domingo, 11 de diciembre de 2011

Diario de Irak. Mario Vargas Llosa


     El año que acaba ha significado para mi  una aproximación  estrecha a la obra de este peruano universal. Esta inmersión en su universo literario confirma mis iniciales sospechas en el sentido que es mi autor favorito; razones muchísimas y muchas difíciles de identificar; pero ahora no es el momento de intentar ordenar y verbalizalas; lo que me apetece realmente  es comentar lo último que he leído de Vargas LLosa.
                  Se trata de un diario de viaje, por tanto de un género bien conocido y definido  pero hecho con la inteligencia, agudeza y parcialidad todas cualidades que identifico también en las novelas de este autor. No me referiré aquí a todos estos puntos, sería demasiado largo y siempre voy robando tiempo a otros quehaceres para escribir estas notas.... Sólo me referiré a la parcialidad pues es uno de los rasgos que más me llaman la atención en Vargas Llosa. Este autor es capaz de captar los diferentes argumentos, razones, percepciones que constituyen el entramado del discurso que defienden, en esta coyuntura histórica en concreto, por una parte quienes apoyan la intervención en Irak y por otra quienes se oponen a ella. Vargas Llosa nos presenta estos discursos, los contrapone,sopesa y toma partido.

         Sin embargo no se limita a una discusión teórica sobre la situación Iraqui, pues de lo contrario faltaría al rasgo esencial de un diario de viaje que es a mi juicio el de describir gentes, lugares y formas de vida; Vargas Llosa hace todo esto haciendo uso de  pasaporte privilegiado que representa ser una de las figuras literarias más relevantes de América Latina en la actualidad lo que le permite  hablar con representantes políticos, religiosos y sociales difícilmente accesibles para un viajero común. Aderezo a parte son las fotografías que  acompañan el relato; tomadas por Morgana Vargas Llosa, hija del escritor  que nos muestras el irak cotidiano, bien diferente a las imágenes de dolor y horror que nos muestra incansablemente la prensa y que pienso nos impide identificarnos que la gente que allí vive, trabaja o esta en paro, ama, disfruta etc..... Bagdad- MORGANA VARGAS LLOSA








sábado, 10 de diciembre de 2011

El tren pasa primero Elena Poniatowska

Sobre el libro:
«Tuve hambre y frío, sentí que ningún fuego, ningún abrazo me calentarían,
pero sé que si un solo hombre lucha y no se deja morir, la vida vale la
pena.»

Éste era un hombre que nació en un pueblo del sur de México. Nunca
hubiera salido de él, pero un día el tren pasó frente a sus ojos y en
el ruido de esa máquina escuchó el relato de su vida; supo el porqué de
la indomable ansia de saber que lo empujaba siempre más allá de sus
límites. Y en efecto, a Trinidad Pineda Chiñas, el personaje central de
esta novela, el tren lo llevó a todo: a lugares que nunca imaginó, a
incontables saberes, oficios, personas, posibilidades, y sobre todo al
instante en que habló a sus compañeros ferrocarrileros con tal ardor y
convicción que los convirtió en vanguardia de la lucha de los
trabajadores. Y pusieron de cabeza al país y al régimen.

El tren es la vida. Pero si ser ferrocarrilero es asunto de hombres,
ninguno de ellos es nada sin las mujeres. Madres, esposas, maestras,
amantes, rieleras, transitan por estas páginas con poderosa presencia,
con la fuerza inabarcable que late dentro de cada una. Son lo que los
hombres no alcanzan a ser, o ni siquiera imaginan.
Sobre mi experiencia de lectura:

Mi primer libro de esta autora mexicana con nombre tan poco mexicano que escribe sobre ese país desde el corazón y la experiencia....

Libro estupendo que habla sobre la humana encrucijada de elegir entre la lucha por las grandes o las pequeñas causas